La evolución textual de las profecías de los k'atuno'ob: estudio comparativo diacrónico de un género literario maya yucateco

Antje Gunsenheimer

____________________________  

♦ 1. Las características de las profecías a través de algunos ejemplos
♦ 2. Trabajos anteriores e hipótesis
central del presente estudio

♦ 3. Las profecías en los libros del Chilam Balam (siglos XVI-XVIII)
♦ 4. Las profecías en los códices precoloniales
♦ 5. Conclusiones de la comparación diacrónica
♦ Bibliografía
♦ Apéndice




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1.  Las características de las profecías a través de algunos ejemplos

El sistema calendárico maya

La primera y más aparente característica común de las profecías mayas enfocadas en este análisis es su estructuración temática y temporal según la división cronológica llamada k’atun. En adelante, se utilizará la palabra maya yucateca k’atuno’ob, forma plural de k’atun, para designar estas profecías. También se usa, en la literatura especializada, la expresión castellanizada de «predicciones katúnicas» (véase por ejemplo Barrera-Vásquez y Rendon 1990 [1949]: p. 35 y siguientes). El k’atun, base del sistema calendárico maya, es un período de 7.200 días o 19,7 años. El lapso que corresponde a 13 k’atuno’ob forma un ciclo completo de 256 años. En este ciclo, cada k’atun se distingue por el nombre de su último día en el ciclo llamado Tzolk’in (1), que siempre es un día de la categoría Ahau combinado con un coeficiente de 1 a 13 (Thompson 1985 [1950]: 182). En el calendario maya, la secuencia cronológica no sigue la progresión aritmética creciente –k’atun 1 Ahau, k’atun 2 Ahau, k’atun 3 Ahau, etc.– sino una progresión decreciente que involucra primero los números impares y luego los pares. De este modo, la cuenta cronológica empieza con el k’atun 13 Ahau (2), seguido por el k’atun 11 Ahau, etc., según aparece en el siguiente cuadro:


1.

2.

3.

4.

5.

6.

K’atun 13 Ahau

K’atun 11 Ahau

K’atun 9 Ahau

K’atun 7 Ahau

K’atun 5 Ahau

K’atun 3 Ahau

7.

8.

9.

10.

11.

12.

K’atun 1 Ahau

K’atun 12 Ahau

K’atun 10 Ahau

K’atun 8 Ahau

K’atun 6 Ahau

K’atun 4 Ahau

13.

1.

2.

3.

4.

5.

K’atun 2 Ahau

K’atun 13 Ahau

K’atun 11 Ahau

K’atun 9 Ahau

...

...

Cuadro 1: La secuencia cronológica de los k’atuno’ob




La estructura del sistema calendárico explica que el nombre del último día sea suficiente para identificar el k’atun (3).


Primer ejemplo de predicción

La figura n.° 1 representa los trece períodos dispuestos en un círculo llamado «rueda katúnica». Se trata de un dibujo del siglo XVIII que figura en el Chilam Balam de Chumayel (folio número 72). Podemos pensar que el autor del documento, mediante este dibjuo, haya querido sugerir en forma breve y clara la secuencia de los k’atuno’ob con sus nombres en maya yucateco y los números arábigos correspondientes. Notamos además que añadió sucintas indicaciones sobre la localización del «ídolo» (la representación material) del k’atun y –a veces– las características de este último. Llama la atención del observador la disparidad de tales indicaciones en cuanto a su contenido informativo: ciertos ciclos están provistos de una descripción muy breve mientras que otros dan lugar a una información mucho más substancial. Interpretamos estas diferencias como la prueba de que el autor, o bien no disponía de información para una serie de ciclos o efectuó una selección intencional.

Añadimos a la figura n.° 1 una traducción al castellano de los textos en maya yucateco (4), empezando con el k’atun 13 Ahau (cuadro 2). Los textos breves se refieren siempre al lugar –una ciudad o un centro maya antiguo– donde el ídolo o la estela del k’atun fue eregido (5). Además, a veces se menciona el dios patrono del k’atun y acontecimientos importantes en la historia maya yuacateca, por ejemplo la evangelización. Dichos acontecimientos pueden ser evocados mediante metáforas y alegorías («extender la piel de la culebra y del jaguar»).


Gunsenheimer

Figura 1: Folio 72 del Chilam Balam de Chumayel




13
13 Ahau
[dibjuo de una cara]

13 Ahau k’atun
[En] Kincolah, en la península, está establecido el k’atun.
13 Ahau k’atun

[dibjuo de dos caras]

Al este aquí.

11
11 Ahau
[dibjuo de una cara]

11 Ahau k’atun
[En] Ichcaanzihoo está establecido el k’atun.
Yax haal.
Luego, la evangelización comenzó(6).

9
9 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Uuc-yaabnal está establecido el «9 Ahau».

7
7 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Mayapan está establecido el «7 Ahau».

5
5 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Zodzil está establecido el «5 Ahau».
Habrá que huir y los alimentos secarán (7) en el reinado del señor 5 Ahau k’atun.

3
3 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Zuyua está establecido el k’atun 3 Ahau.
Se extiende la piel de la culebra y del jaguar.(8)
Yax Cocoy Mut es la cara [el dios] durante el reinado del señor 3 Ahau k’atun.

1
1 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Emal está establecido el k’atun 1 Ahau.
Bajará la cuerda, bajará el cordel del cielo.
Y bajará de allí Ix-ual Icay.

12
12 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Zaclactun está establecido el k’atun 12 Ahau.
Yax-aal-Chuen es su cara [su dios] durante el reinado.
Al oeste aquí.

10
10 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Lahun-chable está establecido el k’atun 10 Ahau k’atun.

8
8 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Lahun-chable está establecido el k’atun 8 Ahau k’atun.

6
6 Ahau
[dibjuo de una cara]

En Uuc-yabnal está establecido el k’atun 6 Ahau k’atun.

Al norte aquí.

4
4 Ahau
[dibjuo de una cara]

En el « 4 Ahau ». En Uuc-yabnal está establecido el k’atun, en Chichén Itzá.

2
2 Ahau
[dibjuo de una cara]

En el « 2 Ahau ». Maya Cuzamil, Mayapan.


Cuadro 2 : traducción del texto de una rueda katúnica del Chilam Balam de Chumayel (folio 72, según Gordon 1913)



Este ejemplo nos permite conocer los componentes de las predicciones katúnicas: 1. el lugar; 2. la divinidad; 3. la característica dominante de la situación que corresponde a la fase temporal en cuestión. Es también de notar que el autor incluyó informaciones geográficas –los puntos cardinales– que, como los lugares que están mencionados en la «rueda», la arraigan en la geografía de la península de Yucatán.

En el dibujo que acabamos de presentar, los datos disponibles revisten la forma de breves notas. Expondremos a continuación una predicción más amplia y también más típica del género.



Segundo ejemplo de predicción

Este segundo ejemplo está sacado del Códice Pérez (9). Se trata de una versión amplia de la profecía que corresponde al k’atun 4 Ahau, compuesta en el siglo XVI. Ya que nuestra contribución se dedica fundamentalmente al análisis semántico y estructural del género escogido como objeto de estudio, aquí sólo presentaremos un resumen. El texto original y su traducción completa se encuentran en el apéndice. Nuestro propósito es subrayar las características generales de la información contenida en las profecías katúnicas. En el cuadro presentado a continuación (cuadro 3), la columna de izquierda contiene el resumen semántico de la profecía, la del medio la naturaleza de la información suministrada y la de derecha las referencias a elementos afines en el texto.




 

Profecía del k’atun 4 Ahau
según el Códice Pérez (resumen)

Naturaleza de la información

Referencias a elementos afines en el texto

1

Uucil Abnal (Chichén Itzá) es el lugar del k’atun 4 Ahau.

Localización del establecimiento

 

2

Sólo habrá calamidad para Chichén Itzá.

Característica principal del destino del  k’atun

>> n.° 1 (lugar)

3

No habrá calabazas ni maíz.

Tema central de la profecía

 

4

Son despertados por el amanecer, frente al sur, enfermos, tendrán la muerte en los ojos, llorando por la falta de maíz y agua.

Evocación de una escena

Descripción de las consecuencias del n.° 3

5

Se niega el respeto a los que gobiernan.

Metáfora

 

6

La falta de maíz y agua será el destino del k’atun 4 Ahau.

Repetición 

>> n.° 3

7

Se niega el respeto (a los que gobiernan)

Repetición

>> n.° 5

8

Limpio es el asiento de los principales

Alegoría

 

9

La muerte es la carga del k’atun por el hundimiento de los poderes mayas antiguos y por enfermedades mortales

Repetición y alegoría

>> n.° 3

10

La carga del k’atun es la ausencia de alimentos.

Repetición

>> n.° 3

11

Vendrá el quetzal y el cotinga

Alegoría

 

12

Los hombres sufren por su trabajo duro.

Escena típica

Ampliación del no. 4

13

Llegada de aves

Repetición

>> n.° 11

14

Pago del tributo

Alegoría

>> n.° 1 (lugar)

15

El k’atun será bueno en su primera mitad, y malo en su segunda mitad.

Característica principal del k’atun.

Se nota una diferencia con el n.° 2

16

Planetas nefastos dominarán el cielo.

Destino general del k’atun

>>  n.° 2

17

A quién corresponda la profecía, que la escuche con atención

Metáfora

 

18

De esta manera pasará el k’atun.
Habrá una gran mortandad por enfermedades.

Repetición
Repetición

>> n.° 3

19

Así se va a repetir el destino del k’atun

Énfasis

 

20

Así habló el Chilam Balam.

Indicación de la fuente.

 

 

Fin

 

 


Cuadro 3 : Profecía relativa al k’atun 4 Ahau y su contenido semántico


En este cuadro se ha dividido el texto en sus componentes semánticos, establecido la naturaleza de la información elemental y evidenciado las interrelaciones entre partes. Notamos que la profecía propiamente dicha se concentra en un tema central y varios temas derivados. El tema central es la escasez de agua y alimentos en el k’atun 4 Ahau y los temas derivados sus manifestaciones (malas cosechas, no. 4) y las graves consecuencias que recaen sobre la gente : la obligación de buscar remedio en el uso de plantas salvajes (no. 12), las enfermedades mortales (no. 9, 18), la muerte (nos. 9, 18) y el colapso de la sociedad (no. 9).

Se recurre a frecuentes repeticiones explícitas del tema central y sus consecuencias (nos. 3, 6, 9, 10, 18). Además, de manera má implícita, se utilizan escenas típicas de la vida en el campo (nos. 4, 12), alegorías (nos. 8, 9, 11, 13, 14, 16) y metáforas (nos. 5, 7, 17) para evocar diferentes aspectos derivados de los primeros. Estos elementos alternan, disponiéndose a menudo según el patrón del quiasmo y refuerzan la coherencia del texto.

Si comparamos la estructura semántica de varias profecías katúnicas en los libros del Chilam Balam, notamos que sus componentes siguen una secuencia determinada. Al principio, encontramos una serie de precisiones básicas que sirven de preámbulo :
  • el nombre del período o k’atun objeto de la predicción;

  • el lugar donde el k’atun tiene su asiento; se trata de la ciudad o pueblo donde fue colocada la estela del k’atun o la representación material («ídolo») de la deidad correspondiente;

  • la deidad o persona que rige el k’atun;

  • una caracterización general de la vida durante esta unidad temporal: sequía, falta de maíz, hambre, invasión de langostas, guerra, rebelión, expulsión, despoblación, epidemia, eclipse del sol o de la luna, tempestades.

    Existen también informaciones opcionales:
  • mención de plantas y/o animales;

  • el punto cardinal.

La mayor parte del texto profético está compuesta de pronósticos que evocan las particularidades más relevantes de la unidad temporal. Tales particularidades se reparten en varias clases:

  • Evocación de escenas típicas de la vida en el k’atun (por ejemplo, en el caso escogido, el n.° 4 y el n.° 12).

  • Metáforas para evocar los sentimientos de la gente o su actitud frente a determinada situación (n.° 4, 5, 7, 12, 18).

  • Alegorías: cuando son comprensibles (10), las alegorías se refieren a confrontaciones entre diferentes grupos étnicos, en la mayoría de los casos mayas y españoles.

  • Frecuentes repeticiones de los tres aspectos precedentes.


Al final, siempre se repite el nombre del k’atun. En varias predicciones, como en el presente ejemplo, aparece tambíen al final el autor de la profecía, en este caso el profeta Chilam Balam.

Desde el punto de vista temático, es visible que la gran mayoría de los pronósticos remiten a acontecimientos de carácter negativo. Sólo tres (k’atuno’ob 12 Ahau, 8 Ahau y 4 Ahau, según Thompson 1985 [1950]: 181-182 y Treiber 1987: 38-39) anuncian sucesos de carácter positivo.

Desde el punto de vista gramatical, una particularidad de las profecías es el uso del sufijo -om que es una forma de participio a la que se recurre específicamente en caso de discurso profético. Ortwin Smailus advierte en su gramática del maya yucateco colonial que «sólo existen ejemplos relacionados con verbos intransitivos» (1989: 146; véase una explicación más detallada en Vapnarsky 1995 y obra en preparación). Esto remite a otra característica gramatical: la preferencia por los verbos intransitivos, especialmente neta en los textos jeroglíficos.

Desde el punto de vista estilístico, se nota el predominio de las fórmulas breves, la presencia frecuente de pares de enunciados provistos de un mismo contenido semántico –su composición descansa en el empleo de dobletes constituidos por sinónimos o antónimos– y los juegos con palabras homónimas. En ciertas circunstancias, el autor se dirige en estilo directo a un lector u oyente ficticio.

Merece una atención especial el uso de las escenas típicas, alegorías y metáforas en los textos mayas yucatecos. Por cierto, las escenas típicas de la vida cotidiana en el campo nos parecen fáciles de entender comparadas con las metáforas y alegorías. Sin embargo, para comprender su significado, el lector u oyente necesita también conocimientos culturales. En nuestro texto, por ejemplo, se dice que los hombres se despiertan « frente al sur ». ¿Qué importancia tiene esta información?, se preguntará el lector. Una respuesta podría ser que se despiertan a mediodía porque no hay trabajo en el campo por la escasez del agua.

Cuando se comparan, las escenas típicas de la vida cotidiana, las alegorías y metáforas resultan desigualmente difíciles de entender hoy día. Es probable que fueran comprensibles por los oyentes de la época colonial, quienes, posiblemente, podían contar con las explicaciones del autor. A este respecto, Matthew Restall nos suministra la siguiente interpretación:


The chief stylistic characteristic of the Maya prophecy […] is the heavy use of metaphor. The plumería flower is used as a metaphor both for the passing of the years and for female sexuality. People with certain characteristics are represented as animals – bad governors as vultures, for example. Ambiguous Maya phrases or terms are used to convey paired meanings. Because the phrase hokol ich can mean both "to show one’s face" and "to germinate seedlings or grow crops in", a double meaning is intended to suggest that bad governors will both appear in the wrong places and do the wrong things. (11)



El uso de metáforas responde también a otra exigencia. Ya que los textos fueron escritos en la época colonial para un público maya,


there was a certain risk in including provocative or incendiary political or religious material. The problem is easily avoided by the author, who uses traditional animal metaphors to predict –and thus, indirectly, incite– a Maya revolt of "tight-lipped brothers" against the rule of Spaniards and their usurping native allies (12)



Así, entendemos que las metáforas y alegorías, en nuestro caso, son también alusiones a la situación colonial de los mayas yucatecos bajo el dominio español. En lo que se refiere al ejemplo que hemos escogido, podríamos imaginar las siguientes interpretaciones:


Metáfora/Alegoría

Significado postulado

Hormigas

Los conquistadores y colonizadores españoles que se extienden por la península

Los cuentos del poniente

¿La cristianización?

Limpio es el asiento de los principales.

Los líderes antiguos no son responsables de la miseria

La pérdida de los cacicazgos

La pérdida de la independencia tras la conquista o la pérdida del poder por la clase alta yucateca

Las casas grandes de los pueblos enterradas

Los grandes sitios de los mayas son en ruinas y desaparecen, cubiertos por la selva

Nueve caballos fuertes esconderán en nuevas alforjas el tributo de Chich’en Itza

Alusión a las nueve provincias administrativas que tenían que pagar tributo a la capital colonial Mérida (alias Chich’en Itza)



Acabamos de presentar el resumen de una profecía katúnica y analizar su estructura semántica y estilística. Una comparación con otros textos de la misma índole desemboca en la conclusión que éstos, de manera general, manifiestan las mismas características informativas, gramaticales y estilísticas que el que tomamos como ejemplo. No nos explayaremos sobre estos rasgos típicos del género, excepto uno que todavía no hemos mencionado y que, sin embargo, es de notable importancia. Si consideramos de nuevo la profecía relativa al k’atun 4 Ahau, es evidente que dicho texto resulta de la combinación de secuencias que no tienen el mismo origen. En efecto, la segunda parte, no sólo difiere de la primera en cuanto a la caracterización general del k’atun (secuencia n.° 15 comparada con la n.° 2), sino además se refiere a conceptos distintos (los planetas nefastos, n.° 16). Además, cuando se repite la orientación general del k’atun, esta repetición da lugar a un nuevo estilo (n.° 18), desconocido antes. Estas observaciones nos indican que dos textos de orígenes distintos fueron asociados. A todas luces, esta combinación fue facilitada por la estrecha afinidad de los dos textos, ya que ambos se refieren al k’atun 4 Ahau, establecido en un lugar único, y tienen la misma característica general, esto es la mortalidad elevada que sufrieron los mayas en la referida época. Ya que hemos hecho la misma observación en varias profecías, es legítimo concluir que el texto elegido es representativo, sobre este punto también, del género literario colonial que hemos tomado como objeto de estudio.



2.  Trabajos anteriores e hipótesis central del presente estudio

Trabajos anteriores

Nos parece oportuno hacer ahora una breve presentación de los estudios precedentes sobre las profecías de los k’atuno’ob. A principios del siglo XX, fue William Gates (1910, 1931) el que reconoció el origen precolonial de los textos coloniales. Alfredo Barrera-Vásquez y Silvia Rendon (1949) emitieron la hipótesis que las profecías de los libros del Chilam Balam poseyeran una fuente prehispánica común. Se dedicaron a la reconstrución de dicha fuente, recreando en esta perspectiva una –ficticia– rueda katúnica completa. En su publicación del año 1954, Ralph Loveland Roys afirmó que en los libros del Chilam Balam existían dos tipos diferentes de profecías katúnicas: una parte se refería a acontecimientos de origen claramente precolonial mientras que la otra remitía a acontecimientos históricos de la época colonial temprana. Quisiéramos señalar que esta clasificación no coincide con nuestras observaciones: la mayoría de las profecías se refiere a eventos coloniales, siendo así que los sucesos precoloniales aparecen incluidos de vez en cuando entre los primeros y sólo constituyen una minoría.

Otro trabajo importante es el de Hannelore Treiber (1987) quien efectuó un minucioso estudio comparativo de los textos coloniales, cotejándolos después con páginas de uno de los cuatro códices mayas precoloniales, el Códice de París, que incluye, aunque en forma muy deteriorada, una serie de profecías katúnicas. La referida autora evidenció la presencia en los textos comparados de características comunes, especialmente de orden estilístico, como el uso de expresiones típicas. Sin embargo, concluyó que no había correspondencia entre las profecías coloniales, ni siquiera las que se refieren al mismo k’atun. Tampoco pudo comprobar la existencia de una correspondencia a nivel del contenido entre los textos compuestos en jeroglíficos y los que estaban escritos en caracteres latinos, aunque identificó varias semejanzas entre los últimos y los objetos representados en las imágenes jeroglíficas. Siete años más tarde, en 1994, en su estudio sobre el Códice de París (13), Bruce Love confirmó que existía una notable afinidad formal entre los documentos coloniales y el libro precolonial, y concluyó que era posible descifrar los textos jeroglíficos del segundo a partir de los primeros. En los últimos años, el interés por los k’atuno’ob disminuyó, aunque Linda Schele, Nikolai Grube y Erik Boot presentaron en 1998 una reconstrución de la historia precolonial de la península de Yucatán basada en las profecías katúnicas. En esto, su trabajo se afiliaba a los de Sylvanus Griswold Morley y Alfredo Barrera-Vásquez (1948), y el de Munro S. Edmonson (1985).

En definitiva, se colige del resumen de los trabajos anteriores que éstos se presentan como una sucesión de etapas en la reconstrucción de un arquetipo precolonial de origen maya yucateco del que se derivan los textos coloniales. Además, los mismos estudios pasados se centraban en los datos históricos, considerados como un sustrato histórico de carácter inalterable. En nuestra opinión, lo que falta hasta ahora es lo siguiente:

  1. la comprensión de las profecías como un género literario maya yucateco provisto de características fijas;

  2. el conocimiento del contexto ritual de dicho género que a todas luces daba lugar periódicamente a performancias públicas, lo que también influía en su contenido;

  3. la consideración de las dinámicas religiosas y culturales que intervenían en la transmisión literal de estos textos durante los siglos de la época colonial.


Bodil Liljefors Persson dio un primer paso en esta dirección con su estudio del contexto ritual de las profecías en general, en base a los libros del Chilam Balam (trabajo de licenciatura 1996). Ella se centró en el ritual que acompañaba las performancias y su función en la sociedad maya. Por nuestra parte, quisiéramos centrarnos en la definición del género constituido por las profecías, en el marco general de la transmisión de una memoria colectiva.



Hipótesis central del presente estudio

En base a estas consideraciones, nos incumbe ahora presentar nuestra propia concepción de la evolución de las profecías de los k’atuno’ob. Creemos que, en su diversidad, las formas textuales que nos fueron transmitidas son el resultado de la combinación de dos fenómenos: primero, una notable transformación en el ámbito cultural y religioso; segundo, una no menos significativa continuidad como género literario. Nuestra hipótesis es que las profecías tienen su origen en dos tradiciones distintas, una escrita y otra oral, esta última ritualizada. Estas tradiciones siguieron transmitiéndose después de la Conquista, pero de manera muy diferente según se considera a las primeras generaciones de yucatecos colonizados y las generaciones posteriores: la transmisión se hizo en forma colectiva en el primer caso y mucho más individual en el segundo. Los contenidos fueron alterados, pero la forma rétorica del género se conservó. Intentaremos a continuación demostrar esta hipótesis mediante la presentación del método y de los resultados de un estudio comparativo diacrónico.


3.  Las profecías en los libros del Chilam Balam (siglos XVI-XVIII)

Los libros del Chilam Balam en su contexto histórico y cultural

La expresión «libro del Chilam Balam» designa una serie de manuscritos tradicionales que son colecciones de textos mayas yucatecos. Los textos que pertenecen a estas colecciones difieren tanto por sus temas como por sus características formales. En total, son ocho los libros del Chilam Balam, todos escritos en lengua maya yucateca, aunque algunos de ellos incluyen textos en castellano. Para distinguirlos, se añade a la denominación genérica de «libro del Chilam Balam» el nombre del pueblo de donde es oriundo el manuscrito (14). En ellos se mezclan temas culturales, históricos, religiosos y médicos, todos de notable importancia en la sociedad maya yucateca colonial. Aparte de esto, nos informan sobre las concordancias existentes entre los rasgos culturales y religiosos de origen maya yucateco y los de origen europeo y cristiano. Como lo sabemos, los libros del Chilam Balam incluyen pronósticos, entre los que las profecías de los k’atuno’ob representan la mayor parte. El cuadro 4 nos muestra que no sólo están presentes en varios libros sino además aparecen repetidamente en cada uno de ellos.

En nuestro estudio de las profecías katúnicas, nos hemos centrado en los Chilam Balam de los pueblos de Chumayel, Maní y Tizimín, situados en el norte de la península de Yucatán. En la demostración de la hipótesis formulada más arriba, desempeña un papel esencial el conocimiento del origen de dichos libros y su evolución en la época colonial. Pues bien, una de las conclusiones de nuestra tesis doctoral fue que los Chilam Balam de Chumayel, Maní y Tizimín tienen un origen común y que éste se encarna en un manuscrito compuesto en la primera mitad del siglo XVI a partir de fragmentos de fuentes jeroglíficas y elementos de la tradición oral. En efecto, los textos comunes de los tres libros son pronósticos, profecías, narraciones y descripciones de ritos que presentan una afinidad visible con los códices mayas precoloniales. Ahora estamos en condiciones de añadir que el Chilam Balam de Kaua, o más precisamente su primera parte, podría sumarse a los tres primeros porque abarca textos similares desde el punto de vista del contenido y de las características formales. En definitiva, los libros de Chumayel, Tizimín, Maní y Kaua tienen un origen común.

El cuadro presentado a continuación suministra la lista completa de las profecías de los cuatro libros, sean éstas partes de un ciclo o textos independientes (15).



Libro del Chilam Balam de Chumayel

Tipo de presentación de las profecías Secuencias temporales y localización

Fecha de elaboración o revisión (16)

ciclo completo de profecías de k’atuno’ob

k’atun 11 Ahau – k’atun 13 Ahau
folios 86-100

revisión completa por don Juan Josef Hoil entre 1760 y 1780

profecías singulares

k’atun 8 Ahau (folios 10-11)
k’atun 11 Ahau (folio 12)
k’atun 11 Ahau (folios 15-16)
k’atun 11 Ahau (folios 42-43)
k’atun 11 Ahau (folio 64)
k’atun 11 Ahau (folio 66)
k’atun 11, 4, 2 y 13 Ahau (folios 73-74)

revisión completa por don Juan Josef Hoil entre 1760 y 1780

Dibujo

rueda katúnica (folio 72)
los 13 k’atun Ahau están provistos de dibujos de caras de reyes coronados

revisión completa por don Juan Josef Hoil entre 1760 y 1780

Libro del Chilam Balam de Tizimín

Tipo de presentación de las profecías

Secuencias temporales y localización

Fecha de elaboración o revisión

ciclo completo de profecías de k’atuno’ob

k’atun 11 Ahau – k’atun 13 Ahau
(excepto k’atun 2 Ahau y 13 Ahau)
folios 25-30

mediados
del
siglo xviii

ciclo completo de profecías de k’atuno’ob

k’atun 11 Ahau – k’atun 13 Ahau
folios 31-35

mediados
del
siglo xviii

profecías singulares

k’atun 9 Ahau (folios 17-18)
k’atun 4 Ahau (folios 17-18)
k’atun 8 Ahau (folios 24-25)
k’atun 2 Ahau (folio 37)

) imposible
) de
) datar
entre 1622 y 1630

Libro del Chilam Balam de Maní (códice Pérez)

Tipo de presentación de las profecías

Secuencias temporales y localización

Fecha de elaboración o revisión

ciclo completo de profecías de k’atuno’ob

k’atun 11 Ahau – k’atun 13 Ahau
folios 75-90

siglo xviii

ciclo completo de profecías de k’atuno’ob

k’atun 8 Ahau – k’atun 10 Ahau
folios 153-165

 

siglo xvii

profecías singulares

k’atun 13 Ahau (folios 115-118)
k’atun 11 Ahau (folios 118-120)
k’atun 8 Ahau (folios 120-121)
k’atun 4 Ahau (folios 128-129)
k’atun 8 Ahau (folio 152)
k’atun 8 Ahau (folios 153-154)

) mediados
) del
) siglo xviii
fin del siglo xvii
fin del siglo xvii
fin del siglo xvii

Libro del Chilam Balam de Kaua, parte primera (17)

Tipo de presentación de las profecías

Secuencias temporales y localización

Fecha de elaboración o revisión

ciclo completo de profecías de k’atuno’ob

k’atun 3 Ahau – k’atun 5 Ahau
folios 166-170

copista tipo II
antes del final del siglo xviii (18)

Cuadro 4: Las profecías katúnicas en los libros del Chilam Balam



Desde la primera creación colonial, los textos individuales fueron copiados y revisados por generaciones de copistas hasta el final del siglo XVIII. Nuestro estudio de los libros del Chilam Balam hizo posible una reconstrucción de la evolución de cada uno de ellos a raíz de la acción de los copistas yucatecos que los copiaron, completaron y modificaron. La puesta en relación de los datos biográficos con los rasgos estilísticos individuales permitió distinguir a diferentes copistas e identificar su época de actividad y su influencia en el contenido del manuscrito. Además, pudimos determinar la época de los manuscritos. Estos diferentes resultados desembocaron en la convicción de que los libros tienen un origen común, pero que sus contenidos se desarrollaron ulteriormente en forma independiente, bajo la influencia de los intereses personales de los copistas (Gunsenheimer 2002: 302-352 y 2003: 407-408). De ahí viene que la comprensión de la multiplicidad de las formas de profecías en los libros del Chilam Balam exige un conocimiento del contexto histórico y cultural de su evolución. Fue en esta perspectiva que analizamos y comparamos las diferentes manifestaciones del género en el transcurso del tiempo.


La evolución textual durante la época colonial

Los libros de Chumayel, Tizimín y Maní llevan indicios de revisiones efectuadas desde el siglo XVII hasta el final del siglo XVIII (Gunsenheimer 2002: 361). Estas revisiones afectan, entre otros, a las profecías katúnicas (19). A este respecto, el libro más significativo es el Chilam Balam de Chumayel, escrito entre 1760 y 1780 por el cacique del pueblo, don Juan Josef Hoil. En él, las alegorías y metáforas dominan cada profecía. Aparte de esto, es de notar que una intervención del copista consistió en la inclusión de nuevos protagonistas, los itzá, quienes, en la época precolonial, constituían en Yucatán un poderoso grupo étnico. Pero su importancia en la sociedad maya colonial era aún mayor porque los itzá, establecidos en una isla del lago Péten Itza (Guatemala), se opusieron a la conquista española hasta 1697. Las enmiendas sufridas por las profecías llaman la atención del lector por su singularidad, ya que vemos a un profeta dirigiéndose en estilo directo y tono enfático a los itzá. Les ruega encarecidamente que expulsen a los españoles de Yucatán para que termine el dominio de los dzulo’ob («los extranjeros»). La intención del autor era, pues, evocar la rebelión contra el dominio español. Se puede hablar de un intento de revitalización e incluso de creación de un mito a  partir de la imagen rebelde de los itzá. Citamos a continuación algunas frases extraídas de las profecías del Chilam Balam de Chumayel:


Kahcun a uaol Ah Itzae

¡Lo recordad en vuestros corazones, vosotros, los itzá!

 

(pág. orig. 105, línea 2: frase de la profecía del Ah Kauil Chel, sacerdote maya)

Chaaba Ah Itza

¡Preparaos, vosotros los itzá!

 

(pág. orig. 90, línea 26: frase de la profecía correspondiente al k’atun 7 Ahau)




Las profecías del siglo XVIII en los otros libros del Chilam Balam son más sencillas. En frases breves, verbos en modo indicativo expresan con un tono sereno el destino del k’atun. Se nota en las profecías que las evocaciones de escenas, otrora muy abundantes, desaparecieron en parte en los documentos de Tizimín y Maní. Una posible explicación de este fenómeno reside en el carácter alegórico o metafórico de dichas evocaciones que, en determinada época, dejaron de ser comprensibles.

Además, estas profecías no se dirigen a personas determinadas. Sólo aparecen los mayas, los dzulo’ob (los extranjeros, aquí los españoles) y grupos anónimos, simplemente designados en el texto por el pronombre «ellos». El autor/copista se dirige al lector anónimo que quiere aprender el sistema calendárico de los antepasados pero, paradójicamente, le explica que no se debe creer en esto. A modo de ilustración, citamos a continuación un fragmento del Códice Pérez en el que el copista Diego Chi, del pueblo de Maní, da su interpretación de los textos proféticos de finales del siglo XVII.


Extractos del Códice Pérez (20)
Traducción de la autora

He uac ahau katun lae

Aquí está el k’atun 6 Ahau

Lay u tan lae

Ésta es su palabra [= su mensaje]

Yetel uchlahi ichil yabi u katunil lae:

[que] fue copiada de los años del k’atun [= de la cuenta del k’atun]

Ix bin aci uchlahac; ix maci xan

Quizá sea copiada [otra vez], quizá no.

Ticala canale

Nosotros, la difundimos para que se aprenda

Ma uchebal yocsabal ti yol

Pero no se debe creerla.


Sorprende a este respecto que en el mismo Códice Pérez encontremos también un ciclo de profecías katúnicas (pág. orig. 75-90) que empieza en el año 1777, o sea el año preciso de la intervención del copista. Notamos que éste estableció una correlación entre el calendario tradicional maya y el calendario cristiano, pero sólo para los primeros k’atuno’ob del ciclo (21). A partir del año 1921, desaparecen las fechas del calendario cristiano. Interpretamos la presencia de este ciclo tardío como la manifestación de la voluntad del copista de afianzar la validez de las profecías hasta un futuro lejano (el ciclo tenía que acabar en el año 2033) (22).

En definitiva, son dos, fundamentalmente, los móviles de las enmiendas o alteraciones visibles en los textos: el primero es la manipulación del género, el cual viene a ser utilizado, con la participación del autor, en una óptica política (evolución de tipo A); el segundo es la falta de inteligibilidad de las antiguas profecías katúnicas (evolución de tipo B). Pero, en cuanto a su estructura semántica y características gramaticales, las profecías del siglo XVIII manifiestan cierta continuidad con sus antecesoras del siglo XVI. Se han conservado la voz profética y los datos preliminares (nombre del k’atun, localización, identidad del dios, destino). El cuadro 5 expone en forma esquemática los resultados de la comparación diacrónica permitida por la transmisión plurisecular de los libros en la época colonial. La columna de izquierda se refiere a la naturaleza de la información, tal como está indicada en el cuadro 3. La columna situada a su derecha se refiere a la función de dicha información en el contexto de la profecía. Finalmente, las dos columnas de derecha señalan la evolución observada mediante la comparación entre textos tempranos y tardíos.




Naturaleza de la información

Función

Evolución
Tipo A

Evolución
tipo B

Localización
Característica principal del k’atun
Tema central

Informaciones básicas

Conservación en todos los casos

Conservación en todos los casos

Datos opcionales (plantas, animales, punto cardinal)

Informaciones adicionales

Desaparición

Desaparición

Evocación de una escena

Pronóstico

Desaparición

Desaparición

Metáforas (con la descripción de sentimientos)

Ampliación

Desaparición

Alegoría

Conservación y ampliación

Reducción

Repeticiones

Elemento de conexión

Desaparición

Desaparición

Cuadro 5: Evolución general de las profecías en la época colonial



De este estudio comparativo concluimos:
  • Que las informaciones básicas (nombre del k’atun, localización, característica general, tema central) están sistemáticamente presentes y no sufren cambios en el transcurso del tiempo, excepto los que están engendrados por errores de copia o fallos de la memoria.

  • Que los pronósticos (evocación de una escena, metáforas, evocación de sentimientos y alegorías) varían de un documento a otro y son susceptibles de modificarse con el tiempo, esencialmente porque cambia la función de las secuencias y se desvanece su inteligibilidad.
En estas circunstancias, nos ayuda la evocación del contexto social de una predicción, descrita en la Relación de las Cosas de Yucatán, escrita en la primera mitad de la época colonial:


Se juntaban en casa del señor con sus aderezos, echaban antes al demonio, como solían hacerlo y después sacaban sus libros y los tendían sobre las frescuras que para ello tenían, e invocando con sus oraciones y su devoción a un ídolo que llamaban Cinchau-Itzamná; del cual dicen fue el primer sacerdote, y ofrecíanle sus dones y presentes y quemábanle con la lumbre nueva sus pelotillas de incienso; [...] abría el más docto de los sacredotes un libro y miraba los pronósticos de aquel año y los declaraba a los presentes, y predicábales un poco encomendándoles los remedios. (23)


Según este testimonio, el sacerdote maya yucateco combinaba los pronósticos del libro sagrado con sus propias interpretaciones y explicaciones espontáneas. Vemos en esta breve narración una confirmación de la doble naturaleza de las profecías katúnicas, las cuales incorporan una parte escrita, extraída de la tradicion libresca, y una parte oral, constituida por complementos e interpretaciones y formulada por los sacerdotes. Creemos que éstos recurrían, no sólo a su entendimiento del universo sagrado, del cosmos y de la historia, sino también a su conocimiento de un código cultural compuesto de métaforas y alegorías y de procedimientos retóricos. A este respecto, es interesante el siguiente pasaje de Los Tres Siglos de la Dominación Española en Yucatán o sea Historia de esta Provincia, obra escrita por López de Cogolludo en 1646:


Tenian, y tienen farsantes, que representan fábulas, y histórias antiguas, que tengo por cierto seria bien quitárselos, por lo menos las vestiduras con que representan, porque segun parece son como las de sus sacerdotes gentiles, que cuando no haya otro mal mas que conservarse en ellos aquella memoria, parece muy perniciosa, y mas siendo inclinados á idolatria, y que en ella los usan, siempre me han parecido mal, cada uno tendrá su dictámen, conforme mas ó menos haya hecho el reparo (24)



El pasaje se refiere a una tradición oral enriquecida con formulaciones retóricas y construcciones métricas que era practicada por sabios vestidos a la manera de los sacerdotes de los tiempos paganos. Suponemos que el sacerdote pudiera utilizar sus conocimientos para seleccionar, en el acto de su predicción, las alegorías y metáforas que le parecieran más apropiadas al contexto social, político, económico, climático y ecológico. La repetición de las metáforas y alegorías indica que éstas formaban parte de un código cultural oral usado en la vida cotidiana. La extinción de los sacerdotes mayas tradicionales engendró un proceso de individualización de las profecías en el que los copistas coloniales desempeñaron un papel de primer plano. Algunos de ellos copiaban fielmente los textos antiguos, otros los combinaban con datos ajenos a la tradición. En varios casos, el resultado de esta combinación se conservó y dio lugar a nuevas interpretaciones


4. Las profecías en los códices precoloniales

Los códices de la época posclásica tardía (1250-1540 dC)

Del período posclásico quedan cuatro códices mayas en un estado legible (25). En la siguiente lista, los tres primeros llevan denominaciones que remiten a la ciudad que hoy los alberga, el cuarto a su actual propietario:

  • Códice de París (también conocido bajo los nombres de codex Peresianus y codex Pérez): Bibliothèque Nationale, París, Francia.

  • Códice de Dresde (Codex Dresden, Codex Dresdensis): Sächsische Landesbibliothek, Dresden, Alemania.

  • Códice de Madrid (también Codex Tri-Cortesianus, Codex Cortesianus y Codex Troano): Museo de América, Madrid, España.

  • Códice Grolier, conservado en los Estados Unidos.

Estos cuatro códices están hechos de amate (corteza de árbol) plegado a manera de biombo. No se conoce precisamente su origen y época pero, según la opinión más común, son oriundos de la península de Yucatán y fueron escritos en la época posclásica, vale decir entre 1250 y 1540. Tampoco se sabe cuándo, por qué y cómo llegaron a Europa. Es posible que formaran parte de los cargamentos de los primeros barcos mandados a España después de la Conquista. En el estado actual de los conocimientos, no se puede descifrar completamente las páginas escritas en jeroglíficos pero el carácter caléndarico-ritual de los tres primeros de estos códices no admite discusión. Se supone que los códices pertenecieron a sacerdotes mayas que los utilizaban como referencia en el cumplimiento de los ritos religiosos y en el manejo del sistema calendárico. Éste era facilitado por observaciones detalladas sobre el movimiento de los cuerpos celestes como el sol, la luna y el planeta Venus. Sobre la existencia y el contenido de los códices mayas, fray Andrés de Avendaño y Loyola, quien vivió en la segunda mitad del siglo xvii, nos refiere lo siguiente:

...unos libros de a cuarta de largo, y como cinco dedos de ancho, de cortezas de árboles hechos, doblados a una banda y a otra, a manera de biombos [entre líneas] con el grosor cada hoja del canto de un real de ocho mexicano[s]. Estos están pintados por una parte y otra con variedad de figuras <,> y caracteres (de los cuales usaron en su antigualla también los indios mexicanos) que indican no sólo <,> la cuenta <,> de los dichos días, meses y años, sino las edades, y las profecías, que sus ídolos <,> y simulacros <,> les anunciaron, o por mejor decir el demonio, mediante el culto, que en unas piedras le tributan; son las edades en número trece; cada edad tiene su ídolo distinto <,> y su sacerdote, con distinta profecía, de sucesos, estas edades trece <,> están repartidas en trece partes que dividen a este reino de Yucatthán <,> y cada edad con su ídolo, sacerdote <,> profecía reina en una de estas trece partes de esta tierra según lo tienen repartido; (26)


Desgraciadamente, los códices mencionados por el fraile fueron destruidos. Pero las profecías katúnicas que contenían figuran también en el  códice de París que, por esto, resulta de especial interés para nuestro estudio (27).


Las profecías del códice de París

Hemos escogido para presentarla en detalle una profecía relativa al k’atun 13 Ahau, extraída del códice de París. Nuestra presentación se basa en el trabajo de Bruce Love (1994: 17-32).

La página que abarca la profecía está reproducida más abajo (figura 2). Notamos una estructuración en tres partes:

  • La primera contiene informaciones sobre los períodos calendáricos denominados tun y uinal (28).

  • La segunda, localizada en la parte central de la página, muestra una profecía katúnica.

  • La tercera es desconocida.

Centrémonos en la segunda parte. Se puede reconocer:

  • La representación del dios del k’atun (n.° 4 en el dibujo).

  • Dicho dios tiene en sus manos un ídolo (n.° 5) que lo identifica como el que rige el k’atun.

  • Un vaso o recipiente para el sacrificio (n.° 6).

  • El nombre del k’atun (n.° 7).

  • El pájaro que simboliza el k’atun (n.° 8).

  • Un personaje que podría ser un sacerdote o cacique (n.° 9).

Encima del dibujo, hay columnas jeroglíficas que se refieren –según la opinión de Bruce Love (1994: 32)– al destino del k’atun. En otras secciones katúnicas de los códices de París y Dresde, se puede descifrar los temas «hambre», «sequía», «guerra», pero también «alimentación abundante» y «comida de sobra» (Lacadena 1994: 62-65; García Campillo 1998: 298-299). Los signos colocados a la izquierda del dibujo no tienen significado seguro. Podrían remitir a eventos históricos.

Por muy sucinta que haya sido esta presentación, ya permite establecer correspondencias entre la estructura semántica de los textos jeroglíficos y la de los textos coloniales, y también evidenciar diferencias. En efecto, habida cuenta de la brevedad de los textos precoloniales, es imposible que éstos hayan abarcado evocaciones de escenas. Tampoco podían contener alegorías, metáforas o repeticiones que abundan en los textos coloniales. Vemos en esta conclusión la confirmación de un planteamiento nuestro, enunciado más arriba. Especialmente, las secuencias que, en las profecías katúnicas coloniales, se refieren a situaciones o sentimientos no pudieron transmitirse por una tradición escrita. Por consiguiente, se originan en las interpretaciones del sacerdote, quien disponía a tal efecto de un tesoro de metáforas y alegorías legado por la tradición oral.



codice

Figura 2: Página 3 del códice de París con una profecía katúnica



Por fin, quisiéramos evocar brevemente una interrogación que hoy días es un tema de debate entre los especialistas de la civilización maya: ¿existían o no profecías katúnicas en las inscripciones monumentales de las épocas clásica y posclásica (desde 300 hasta 1542 d. C.)? Alfonso Lacadena contestó por la afirmativa basándose en el estudio del k’atun 12 Ahau y del k’atun 10 Ahau de la «Tabla de los 100 jeroglíficos » de la antigua ciudad de Palenque (Chiapas, México) (29). Dicha tabla está considerada por el referido autor como una profecía katúnica monumental. Por nuestra parte, opinamos que, aunque lleva referencias temporales muy semejantes a las de las profecías katúnicas, su contenido es de carácter, no profético, sino más bien mítico-histórico. Además, hay monumentos que sólo presentan listas de k’atuno’ob como unidades temporales, también bastante parecidas a lo que encontramos en los libros del Chilam Balam (por ejemplo, el altar n.° 1 de la antigua ciudad de Naranjo, en Petén, Guatemala) (30) pero desprovistas de cualquier información adicional. En ausencia de texto, es evidente que no puede haber una verdadera comparación y que las eventuales conclusiones son sólo especulaciones.

Otra hipótesis fue formulada en 1998 por José Miguel García Campillo, el cual se dedicaba al estudio de las expresiones glíficas de augurio en unas tapas de bóvedas decoradas de los períodos clásico y terminal de Yucatán. Dicho autor observó que «las expresiones más usuales son las referidas al sustento: k’aa wah k’aa ha’, "comida de sobra, agua de sobra" y ox wi’il, "alimentación abundante"» (1998: 302) y evidenció semejanzas estilísticas con las profecías katúnicas del Chilam Balam de Chumayel (1998: 309). En realidad, los argumentos expuestos por García Campillo no nos convencen totalmente ya que remiten exclusivamente a evocaciones de situaciones positivas como «alimentación abundante». Ahora bien, creemos que tales evocaciones, si tenemos en cuenta su situación en tapas de bóvedas y la ausencia en éstas de toda fecha, sencillamente podían cumplir la función de palabras de bendición para los visitantes de las casas.



5. Conclusiones de la comparación diacrónica

En resumidas cuentas, según nuestra interpretación, las profecías katúnicas, consideradas como un género literario colonial maya yucateco, abarcaban dos partes distintas: primero, las informaciones básicas, cuya presencia es sistemática, que se originan en una tradición precolonial escrita; segundo, los pronósticos, esencialmente compuestos de evocaciones de escenas, metáforas y alegorías, que se originan en una tradición también precolonial pero oral, constituida por un fondo de datos y recursos retóricos manejados por los sacerdotes con el fin de enriquecer y hacer más convincentes sus declaraciones. Estas conclusiones están resumidas en el cuadro siguiente:

Informaciones básicas >

Constituidas por elementos fijos, transmitidos en forma escrita y característicos de una memoria colectiva.
Su presencia es sistemática.

Pronósticos >

Constituyen un cuerpo de datos y elementos retóricos transmitidos oralmente, que forman parte de la memoria cultural.
Sufrieron variaciones en el tiempo.


Cuadro 6: Los dos componentes informativos de las profecías y su origen



En lo que se refiere a los pronósticos, nos parece importante señalar que su contenido no era eligido conscientemente, sino que su elección obedecía a reglas estilísticas e imágenes culturales. Podríamos asimilar este contenido a un juego de datos de información básica y elementos retóricos. De este modo, se puede explicar la existencia de un fondo de metáforas y alegorías susceptibles de formar numerosas combinaciones. Suponemos que su conocimiento formaba parte de la instrucción del sacerdote tradicional. A raíz de la evangelización, cuya consecuencia fue la extinción de la élite sacerdotal, surgió la necesidad de transformar el modo de transmisión de este saber tradicional, sustituyendo la oralidad por la escritura, lo que dio lugar, en la época colonial temprana, a los libros del Chilam Balam. Es significativo que los únicos acontecimientos históricos mencionados en las profecías de dichos libros hayan ocurrido durante los primeros decenios que siguieron a la Conquista: la represión de la primera rebelión maya yucateca contra el dominio colonial (1546), la evangelización, el proceso inquisitorial y auto de fe de 1562, las epidemias. Estos sucesos dramáticos fueron añadidos durante el mismo lapso a los temas de pronósticos ya existentes. Las siguientes generaciones de copistas se limitaron a reproducir los textos elaborados en aquel período. Poco a poco, a medida que se alejaba la época precolonial y que se extinguían la religión maya tradicional y sus sacerdotes, los textos tendieron a perder su carácter ritual. Al final de la época colonial, sólo servían a expresar sentimientos e ideas –políticas en particular– sobre el mundo de entonces. Eran, pues, redactados en forma individual y muy libre desde el punto de vista del contenido, pero sin dejar de respetar el patrón formal típico del género.

Estos resultados de nuestra comparación diacrónica nos llevan a proponer que se reconsidere una serie de opiniones formuladas en trabajos académicos anteriores:

  1. Nos parece ilusoria la búsqueda del «único texto original», como Ralph L. Roys lo define cuando dice «here again the Chumayel text seems meaningless, and the Tizimin and Mani version of the same prophecy is assumed to be the correct one and translated accordingly» (Roys 1967 [1933]: 133, nota 10), porque tal texto nunca existió.
  2. Convendría preguntarse si las profecías katúnicas son, por su evolución textual, el género más apropriado para reconstruir la historia precolonial de los mayas yucatecos. Aunque fueron utilizados en esta perspectiva en un pasado reciente, nunca cumplieron esta función para los que los escribían o manejaban. Se puede sospechar que la confusión observable en la cronología de los acontecimientos históricos coloniales reine también en la presentación del pasado precolonial. Además, no se puede descartar la posibilidad de que los copistas coloniales, en su esfuerzo por conservar todas las informaciones, mezclaran partes de diferentes orígenes, como ocurre, según hemos visto, en nuestro ejemplo.

  3. Por fin, nos parece necesario reconsiderar la idea de una concepción cíclica del tiempo en la sociedad maya yucateca. Tal idea se basa en las profecías katúnicas de los libros del Chilam Balam y las observaciones de fray Andrés de Avendaño y Loyola durante su visita de los itzá de Tayasal en 1695-1696. Ahora bien, el referido padre dice que fueron los textos mayas yucatecos –vale decir los mismos libros del Chilam Balam– los que le dieron la convicción de la existencia de un tiempo cíclico. Pero sabemos que los copistas coloniales que copiaban pronósticos en los documentos antiguos les añadían nuevas fechas que los trasladaban hacia los tiempos futuros. Es posible que lo hicieran para subrayar la continuidad de la resistencia del pueblo maya, sus rebeliones y la represión de los colonizadores abominados, y que por ello dichos textos den la impresión de reflejar una concepción temporal cíclica. Por nuestra parte, nos inclinaríamos por pensar que esta impresión es más bien la consecuencia de una tentativa de revitalización de la cultura maya. En la obra de Avendaño y Loyola, tras la larga presentación por el autor de las edades mayas y de las profecías, llama la atención del lector la respuesta del cacique de los itzá. Éste, según el padre, dijo «que no entendía de aquellas cuentas», lo que provocó esta reacción de Avendaño y Loyola: «mas yo, por si era verdad lo que decía porque las entendiera, se las expliqué muy por menudo» (Avendaño y Loyola 1997: 42, fo. orig. 35). Entendemos que fue el fraile el que explicó a los itzao’ob de Tayasal su propia interpretación cíclica del tiempo y no al revés.


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  • Traducciones de los libros del Chilam Balam

    Chilam Balam de Chumayel

  • Edmonson (Munro S.), Heaven Born Merida and its Destiny. The Book of Chilam Balam of Chumayel. Austin, University of Texas, 1986.

  • Luxton (Richard N.), The Book of Chumayel. The Book of Counsel of the Yucatec Maya 1539-1638. Laguna Hill, Calif., Aegean Park, 1995.

  • Mediz Bolio (Antonio), Libro de Chilam Balam de Chumayel. Traducción del idioma maya al castellano. 1.a ed., San José, Costa Rica, 1930 [reimpresión: México, UNAM (colección «Biblioteca del Estudiante Universitario»), 1973].

  • Roys (Ralph Loveland), The Book of Chilam Balam of Chumayel. Norman, University of Oklahoma, 1967 [1.a ed.: Washington D. C., Carnegie Institution, 1933].


  • Chilam Balam de Kaua

  • Bricker (Victoria Reifler), Miram (Helga y Maria), An Encounter of Two Worlds: The Book of Chilam Balam of Kaua. New Orleans, Tulane University, Middle American Research Institute (Publ. n.° 68), 2002.


  • Códice Pérez / Chilam Balam de Maní

  • Berendt (Carl Hermann), Chilam Balam. Artículos y fragmentos de manuscritos antiguos en lengua maya, colectados y copiados en facsimile. Berendt linguistic Collection (n.° 49), 1868.

  • Craine (Eugene R.), Reindorp (Reginald C.), The Codex Perez and the Book of Chilam Balam of Maní. Norman, University of Oklahoma, 1979.

  • Martínez (Henrico), Chilam Balam de Maní o Códice Pérez. Mérida, Colegio San José de Artes y Oficios, 1909.

  • Solís Alcalá (Ermilio), Códice Pérez. Traducción libre del maya al castellano. Mérida, Edición de la Liga de Acción Social, 1949.


    Chilam Balam de Tizimín

  • Edmonson (Munro S.), The Ancient Future of the Itza: The Book of Chilam Balam of Tizimín. Austin, University of Texas, 1982.

  • Makemson (Maud W.), The Book of the Jaguar Priest: A Translation of the Book of Chilam Balam of Tizimín with Commentary. New York, Schuman, 1951 [traducción considerada como poco seria].


  • Ediciones facsimilares de los libros del Chilam Balam


  • Gordon (G. B.), The Book of Chilam Balam of Chumayel. Laguna Hills, Calif., Aegean Park, 1993 [Reimpresíon de la 1.a ed., 1913].

  • Mayer (Karl Herbert), El Libro de Chilam Balam de Tizimín. Graz, Akademische Druck- und Verlagsanstalt, 1980.c



  • Códice de París

  • Förstemann (Ernst Wilhelm), Commentar zur Pariser Mayahandschrift. Danzig, L. Sauniers, 1903.

  • Love (Bruce), The Paris Codex. Handbook for a Maya Priest. Austin, University of Texas, 1994.

  • The Paris Codex, Northwestern University. Evanston, Ill., Digital Library, 2003 [Publicación por internet: http://digital.library.northwestern.edu/codex/index.html].


  • Códice de Dresde


  • Thompson (John Eric Sidney), A Commentary on the Dresden Codex. American Philosophical Society (Memoir 93), 1972.




  • Apéndice : Una profecía relativa al k’atun 4 Ahau


    A continuación presentamos la profecía relativa a la sección del k’atun 4 Ahau que se comenta en el presente trabajo. Este texto pertenece a un ciclo completo de 13 profecías katúnicas extraídas del Códice Pérez (en el manuscrito original: de la página 83, línea 16 hasta la página 84, línea 10).


    La presentación del texto original


    El texto maya yucateco sigue la ortografía y la puntuación del manuscrito original, que es una copia realizada en el año 1837 por Juan Pío Pérez en el pueblo de Maní, Yucatán.

    El texto está estructurado en párrafos centrados en una idea única, a veces con pares de secuencias de sentido parecido, a veces con juegos de palabras (por ejemplo, sobre el término tzicil = «obedecer», «respetar»).



    La traducción

    La traducción se efectuó en base a los siguientes diccionarios:

    • Calepino de Motul, Diccionario Maya-Español, Vol. 1. Ed. de Ramón Arzápalo Marín. México, D.F., Universidad Nacional Autónoma de México, 1995 (referencia breve: Motul).
    • Diccionario Maya. Maya-Español, Español-Maya. Ed. de Alfredo Barrera-Vásquez. Segunda edición, México, D.F., Editorial Porrúa, 1991 (referencia breve: COR).

    En el proceso de traducción, se puso el mayor énfasis en la restitución fiel del original en cuanto a su contenido semántico y características gramaticales. Nos damos cuenta de que una repoducción optimal tendría que atender también al estilo retórico, con su ritmo y el uso de palabras homónimas, pero que difícilmente podría llevar a cabo este trabajo una persona que no fuera hablante del maya yucateco.

    Aunque se trata de una profecía, la mayoría de los verbos no llevan la marca aspectual del futuro sino la de un tiempo indefinido. En los poco numerosos casos de uso del aspecto futuro bin y formas verbales del futuro, éstos son acentuados.

    Para dar al lector una posibilidad de comparación, hemos añadido al final la traducción al inglés de Eugene R. Craine y Reginald C. Reindorp (1979: 85-86).

    Por fin, quisiéramos agradecer a Nikolai Grube que nos ha aconsejado en la traducción de frases muy complejas.


    §

    Maya yucateco colonial

    Español

    Anotaciones

     

    4 [Can] Uluuac Chan

    4 Uluuac Chan

    Cada profecía comienza con la mención de un nombre de persona, junto al dibujo de una cabeza coronada. Se trata de los gobernadores provinciales mayas yucatecos durante la llegada de Francisco de Montejo, el Joven a Yucatán (véase la nota a pie de la página núm. 60, p. 77 en Craine y Reindorp 1979).

    1

    Vucil abnal u hedz katun,

    ti can ahau katun,

    [En] Vucil Abnal está establecido el [ídolo del] k’atun

    [que es] el k’atun 4 Ahau.

    Vuc Abnal es el antiguo nombre de Chichen Traducción alternativa:
    En Vucil Abnal se establece el k’atun, [que es] el k’atun 4 Ahau.

    2

    uuc ten u yail tu chi c?een:

    Por la 7.a vez la miseria [viene] a Chich’en [Itza],

     

    3

    uac chu
    uac nal
    u uich:

    [con] poco de calabaza
    [con] poco de mazorca.
    [Eso será] su aspecto [del k’atun].

    chu: calabaza para agua (COR: 108);
    nal: mazorca (Motul: 551), indica: almuerzo en general;
    ich: rostro, cara, faz, aspecto (COR: 262)

    4

    ti nohol yahes u ne zaztamba:
    ahbac ocol u uich:

    Frente al sur, son despertados por la madrugada [y]
    la tisis sobre sus caras,

    Ahes-ah: desperatar a otro (COR: 123);
    De: sas-t-ik >>  amanecer
    ah bac-il: tísico, enfermo que tiene tisis (Motul: 8)

     

    cimen u uich
     yokol u uaah,
    yokol u yaal,

    [Con] lamuerte en su cara.
    lloran por [la carencia de] alimentos,
    lloran por la carencia de agua.

    uaah = alimentos
    y-aal-al: vi derramarse o verterse el agua (Motul: 361)

    5

    u balic u tzicil:
    xinic xinicilob

    u than u kat tzicil:

    Se niega la honra de las hormigas,
    [que] se comportan como es la costumbre de las hormigas.
    Quieren que se respete su palabra.

    bal: negar, esconder, abrigar y encubrir debajo de algo (COR: 31)
     tzicil: honrar, respetar (COR: 860)
    sinic de xinic: hormiga (COR: 730)
    [= que se extienden por todas partes y destruyen el área.] Hormiga = metáfora por los Españoles?

     

    ma u kat tzicil
    bay u bel u yahaulil cabobi
    Yan tanlahulob.

    [Pero] no se quiere obedecer
    como es de costumbre [en] las tierras reales,
    [donde] hay que servirlos.

    u-tzic-il: vi obedecer, respetar
    Ahaulil + X: real (COR: 4)
    tanlah: servir;
    -ul: pospuesto a verbos activos «cosa a quien concierne, atañe, pertenece» (COR: 899)

    6

    U bel can ahau katun lae

    Así será el k’atun 4 Ahau.

     

     

    Cooc ach ti u uaah,
    Cooc ach ti u yaal xan:

    Demasiado escaso es el pan,
    demasiado escasa es el agua, también.

    Cooc: escaso; -ach: sufijo nominal con función delimitadora (COR:2)

    7

    bin dzococ ti tu tziculil:
    hunpay yan tu yol

    Acabará el respeto por ellos,
    [que] el otro tiene en su corazón.

    Tzic-ul-il:
    - ul: pospuesta verbos activos, coa a quien concierne, atañe (COR: 899);
    - ili: pospuesto a algunos nombres y dicciones significa tener por uso o costumbre (COR:268);
    hunpay: otro

     

    matan u menta cuentail u tzicil:

    No ha terminado el cuento de su honra.

    Significa que el texto proféitco ya no está terminado en este punto.

     

    halili cií tu cal
    u tzicile tu hunale:
    minan u yol tzic chikintan

    La verdad es como palabras dulces.
    ¡Se obedece sólo a esto!
    No tienen corazón los cuentos del poniente.

    Cíi tu cal: palabras dulces en el cuello

    8

    han u poop u dzaam:

    Limpio es el asiento de los principales.

    han: limpio (COR: 176)
    pop ts’am: asiento de principales o el estrado en que se reúnen (COR: 666);

    9

    maya cimil u cuch:

    La gran mortandad de los mayas es la carga [del k’atun].

     

     

    ti u yuchul zatai batabili

    Allí sucederá la pérdida de los cacicazgos.

    saatay: cosa mortal, finible, perecedero (COR: 721)
    batabil-i:  cacicazgo (COR: 40)

     

    ti mucchahan u halach uinicil cahi:

    Allí serán enterradas las casas grandes de los pueblos.

    muc-chah-aan, de muc-tal: quedar secreto (COR: 534);
    u halach uinicil: casa grande de majestad (Motul: 297);

     

    ti u yuchul xekiki

    Allí sucederá el vómito de sangre.

    xe:  vomitar
    kik: sangre
    Descripción de la fiebre amarilla.

    10

    lay u cuch katun lae:

    Esta será la carga del k’atun.

     

     

    tu kin yan a hanali

    sac a uex,
    sac a noki
    chaanben uah u uaah

    En este tiempo [cuando] tú tienes que comer,
    blanco es tu pantalón,
    blanca es tu ropa,
    se ve la salida del alimento.

    cha’an: mirar o ver cosas vistosas
    -ben: sufijo que forma participios;
    uaah: alimento
    uah: chorrear, salirse el grano o el líquido por la hendidura (COR: 906);

    11

    ti hulom kuk,
    ti hulom yaxum,

    Allí llegará el quetzal,
    allí llegará la cotinga.

    hul: venir;

    12

    ya u kab kaxte kax bom:

    Les dolerá [a los trabajadores] el brazo
    [cuando] busquen el guano salvaje.

    Ya: dolor, p. ej. hach yah in k’ab: mucho me duele el brazo (COR: 959)
    bom: especie de guano de que se hacen sombreros (CORDEMEX: 64);

    13

    hulom mut ah kayum mut

    Vendrá el ave, el ave cantante.

    Mut: faisán, ave (COR: 542)
    De: k’ayom ch’ich’: ruiseñor, pájaro cantor (COR: 392)

    14

    bolonte ah tziminte poy,
    tzimin mucuc patan
    tu chi c?’een:

    Nueve caballos fuertes (o masculinos),
    nueve alforjas
    esconderán el tributo
    de Chich’een.
    Nueve caballos esconderán el tributo de Chich’een en nueve alforjas.

    -te: clasificador para años, días, meses y para leguas (MOTUL: 706)
    tsimin: caballo
    ah/a-: hombre, macho, animal fuerte (COR: 3)
    poy: alforjas o maleta (COR: 670)
    Muc-: esconder, ocultar;
    Patan: tributo (COR: 633)

    15

    tancoch katun utzi
    tancochix ix ma utz xani,

    Mitad del k’atun será buena
    Mitad [del k’atun] no será buena.

    Tan coch: media, demediado (COR: 774)
    Ix ma … xani significa «tampoco» (COR: 934)

    16

    lay bin tepalnac ah chicum ek, tu caanil
    yax aclam,
    yaax ah yax
    co ach,
    mute ah ahcab

    Así gobernarán los signos negros en el cielo, [que son:]
    Yax-ac-lam
    Ya’ax-ah-yax
    Coach mute –ah-ahcab
    [= demasiado locos son los que «despiertan a alguien»?]

    Chicum: de chicul: signo o señal? (COR: 98)
    Ya’x ak: «la tortuga verde», puede ser el nombre del bakab (COR: 971);
    lam: hundir
    Se podría traducir yax ak con «estrella de geminís», lo que daría: «por la primera vez las estrellas de geminís se hunden».
    Ya’ax-ah-yax: nombre de un signo celestial o de persona / deidad;
    Co: loco, desatinado
    -ach: sufijo nominal con función delimitadora;

    17

    maxmac ahaan tumenel mute:

    ¿Quienes son los hombres despertados por el ave?

    max: quién?;
    mak: hombre;

     

    c?enc?en u xicin ti bal tulacale.

    Que todos oigan con atención a lo escondido [= la palabra profética].

    Ch’en xikin: oír con atención;
    Ch’en ch’en kokba: escuchar con atención (COR: 133)

    18

    Lay u uich can ahau katun lae:

    Así [es] el aspecto del k’atun Cuatro Ahau.

     

     

    lay uchci maya cimil lae:

    Así sucedió la mortandad de los mayas.

     

     

    lay uchci ocnal kuchil:

    Así sucedió que la tiña entró en las casas.

     

    19

    bay bin uchpahbal tu caaten
    cabin zutnac u uudz katun
    tu cutal tu yahaulil

    Así como sucedió otra vez
    Así volverá [con] la dualidad de [los] katunes
    [que] se asienta su reino [que se repetirá el destino del katun].

     

    20

    bay yalhi noh ah kin Chilam balam lae.

    De esta manera habló el gran Sacerdote Chilam Balam.

     



    Traducción por Eugene R. Craine y Reginald C. Reindorp (1979: 85-86)

    N. B.: Al comparar las dos traducciones, se nota que Craine y Reindorp no tradujeron el texto completo (véanse las líneas del texto original que faltan en el texto inglés). Además, en cuanto a las descripciones de sentimientos, metáforas, acciones y reacciones, las dos traducciones difieren notablemente.

  • 1. Uucil Abnal [Chichén Itzá] will establish a Katún 4 Ahau.

  • 2. Throughout this Katún there will be misfortunes for Chichén Itzá.

  • 3. There will be a scarcity of squash and ears of corn.

  • 4. The field workers will awaken at dawn, facing the south,
    sad-faced and with death in their eyes,
    weeping because of the lack of bread and water and

  • 5. conversing about the plague of ants that threaten the beehives in their care.
    Their minds will be elsewhere, and they will not realize what they say.
    They will seem to be talking to themselves, and with the Spaniard governing form the west, they will have no spirit for conversion.

  • 6. The scarcity of bread and water will be the story of the Katún 4 Ahau.

  • 9. The consequence of all this will be great mortality among the Mayas and the coming of foreign governors.
    There will be vomiting of blood in this Katún.

  • 10. There will be sorrow with the bread, for their white clothes will be taken in exchange for the bread.

  • 11. The pheasant will come. Spring will come singing mightily,

  • 12. and the hands of the Mayas will be wounded from tying palm branches;

  • 14. and the tax pouch will be on the rump of the horse

  • 15. In Chichén Itzá half the Kátun 4 Ahau will be good, half will be bad,
    and evil stars will govern the heavens.

  • 18. This is the way the Katún 4 Ahau will be.
    There will be great mortality among the Mayas
    and buzzards will enter the houses when the Katún returns

  • 20. Thus spoke Chilam Balam.



  • Notas


    (1). El Tzolk’in es un ciclo de 260 días que también forma parte del sistema calendárico maya. Para más detalles, véanse los estudios mencionados en la nota a pie de página n.°3.

    (2). Sin embargo, se observa en las fuentes coloniales que los ciclos katúnicos comienzan con el k’atun 11 Ahau, como veremos más adelante.

    (3). No es posible presentar una explicación detallada del calendario maya en este trabajo. Para más información, recomendamos los siguientes trabajos: Sylvanus Griswold Morley 1915, Eric Sidney Thompson 1985 [1950], David H. Kelley 1976, Berthold Christoph Riese 1990, Alexander Voß 2000, Robert J. Sharer y Loa P. Traxler 2006, entre otros.

    (4). La traducción al castellano es la de la autora, cotejada con la traducción al inglés de Ralph L. Roys 1967 [1933]: 132.

    (5). Para más informaciones sobre la erección de las estelas e ídolos, véase Stuart 1996: 148-171.

    (6). Se nota que los tiempos verbales cambian continuamente, pasando del presente al futuro o pasado. Entendemos que el texto resultó de la combinación de diferentes fuentes. De este modo, la frase «Luego, … comenzó.» podría ser un comentario.

    (7). No estoy de acuerdo con la traducción de Roys que tradujo para esta parte «they shall be bent over and crippled» (Roys 1933: 132).

    (8). Roys 1967 [1933]: 154, nota 2: «This expression evidently has the same figurative meaning as that of zin balam (literally "spread the jaguar") which is defined as "to fight or to go to war" (Motul Dictionary)».

    (9). El Codice Pérez también forma parte del cuerpo documental de los libros del Chilam Balam. Consta del libro del Chilam Balam del pueblo de Maní y otros textos calendáricos que fueron copiados por Juan Pío Pérez en 1837 en el archivo del pueblo de Maní, Yucatán.

    (10). A veces el sentido de la alegoría queda inaccesible ya que remite a un código cultural ajeno al mundo occidental.

    (11). Restall, Sousa, Terraciano 2005: 224.

    (12)Loc. cit. Restall presenta la traducción inglesa de la profecía del sacerdote Xupan Nauat, extraída del Códice Pérez. La cita es parte de la introducción a la profecía.

    (13). En la continuidad de los estudios de Förstemann 1903.

    (14). Existe una sola excepción: el «libro del Chilam Balam de Na» lleva por nombre el de sus propietarios y copistas, los hermanos Na del pueblo de Teabo en Yucatán (Gubler y Bolles 2000).

    (15). Este registro se basa en los siguientes trabajos:
             - Para los libros de Chumayel y Tizimín y el Códice Pérez, véase Gunsenheimer 2002: 398-406.
             - Para los dos volúmenes del Libro de Kaua, véase Bricker y Miram 2002.
             - Para el libro de Na, véase Gubler y Bolles 2000.
             - Para el libro de Tekax, véase el Grupo Dzibil 1981.
             - Para el libro de Chan Cah, véase el Grupo Dzibil 1982.

    (16). Las fechas se basan en la identificación de diferentes tipos de copistas en los libros del Chilam Balam de Chumayel y Tizimín y en el Códice Pérez (Gunsenheimer 2002: 301-352, versión alemana; Gunsenheimer 2003: 407-408, versión castellana abreviada).

    (17). El Chilam Balam de Kaua está compuesto de dos partes. La primera parte consta de 87 folios y lleva por título «Tratado de lo[s] 7 Planetas y otr[o] de medecinarum sygno de sangrar». La segunda parte consta de 55 folios y carece de título (Bricker y Miram 2002: 3).

    (18). Bricker y Miram 2002: 11.

    (19). Esta observación ya fue mencionada por Bruce Love 1994: 30.

    (20). Pág. orig. 153, líneas 19-21. Las referencias a las páginas del original siguen la transcripción de los libros del Chilam Balam por Miram y Miram 1988a, b y c.

    (21). La lista de estos primeros k’atuno’ob es la siguiente: k’atun 2 Ahau cuyo fin coincide con el año 1800; k’atun 13 Ahau (1824); k’atun 11 Ahau (1848); k’atun 9 Ahau (1872); k’atun 7 Ahau (1896); k’atun 5 Ahau (1921).

    (22). Estas páginas del Códice Pérez son también un buen ejemplo del cambio de la duración del k’atun: ésta creció sensiblemente a lo largo de la época colonial, pasando de casi 20 años a 24 años.

    (23). Landa 1995: 103, cap. xl. La Relación de las Cosas de Yucatán fue atribuida a Fray Diego de Landa, padre franciscano y segundo obispo de Yucatán (1573-1579). Matthew Restall y John F. Chuchiak expresaron en 2002 sus dudas en cuanto a la autoría de la obra. En su opinion, la Relación procede de varios textos escritos por padres franciscanos y no sólo Diego de Landa.

    (24). López de Cogolludo 1971: 243, libro 4, cap. 5. López de Cogolludo copió varios datos del Informe contra Idolorum... de Sánchez de Aguilar, publicado en 1613, añadiendo sus propias observaciones y experiencias. Para una comparación con el Informe contra Idolorum..., las referencias del pasaje homólogo son: Sánchez de Aguilar (1987: 98).

    (25). Laura Elena Sotelo Santos publicó una descripción sucinta de los códices mayas en: Arqueología Mexicana 4 (23), 1997, pp. 34-43.

    (26). Avendaño y Loyola 1997: 42, fol. orig. 34-35.

    (27). El Códice de Dresde también contiene profecías katúnicas en las páginas 7, 12, 14 y 27 pero éstas no fueron incluidas en el presente estudio; véase Thompson 1972, Lacadena 1994 y García Campillo 1998.

    (28). El tun es la unidad termporal que corresponde a 360 días y el uinal la unidad temporal que corresponde a 20 días en el calendario maya.

    (29). Alfonso Lacadena, «El origen prehispánico de las profecías katúnicas mayas coloniales: antecedentes clásicos de las profecías de 12 Ajaw y 10 Ajaw», ponencia presentada en la 8.a Conferencia de Estudios Europeos Mayas sobre el tema «Sacred Books, Sacred Languages: Two Thousand Years of Ritual and Religious Maya literature», Museo Arqueológico Nacional de Madrid, 25-28 de de 2003.

    (30). Una reproducción figura en: Graham 1978, vol. 2: 103-104.