Neruda en Poitiers

Fernando Moreno
CRLA-Archivos, Université de Poitiers


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El Centro de Investigaciones Latinoamericanas de la Universidad de Poitiers (CRLA-Archivos) organizó entre el 22 y el 25 de junio de 2004 un Congreso Internacional en conmemoración del centenario del nacimiento de Pablo Neruda. Este evento —La poesía y el mundo en la obra de Neruda— contó con la participación de conocidos y notables investigadores de la producción literaria del célebre Premio Nóbel y fue organizado en colaboración con la Universidad de Chile y la Fundación Pablo Neruda.

En la ceremonia de inauguración del Congreso intervinieron el entonces embajador de Chile en Francia, Marcelo Schilling, Francisco Torres, en esos momentos Director Ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, Manuel Jofré, organizador del Congreso Internacional sobre Pablo Neruda realizado por la Universidad de Chile, Jean-Pierre Gesson, Rector de la Universidad de Poitiers, y el Director del CRLA-Archivos.

En esa ocasión, emitimos algunas breves reflexiones y rápidos comentarios en relación con ese evento que nos reunió en la Maison des Sciences de l’Homme de la Universidad de Poitiers y cuyo punto de partida fueron dos preguntas que podrían haber surgido en relación con esta manifestación y con esa celebración: ¿Por qué Neruda? ¿Por qué Poitiers?

A primera vista pareciera que no es imprescindible responder a la primera pregunta. Es como si nos preguntáramos por qué la literatura, y por qué la vida, y por qué la vida de la literatura y por qué la literatura en la vida. Pero si quisiéramos una respuesta, o algún esbozo de respuesta, ésta la encontraríamos quizás en aquellos adjetivos con los cuales se ha intentado caracterizar al personaje y a su producción poética: poeta surrealista, poeta romántico, poeta épico, poeta comprometido, poeta rebelde, poeta de las cosas cotidianas, poeta críptico, poeta crítico, poeta popular, poeta misterioso, poeta diáfano, por ejemplo, y entre tanto otros. También podríamos buscar respuestas más personales en el marco de ese diálogo ininterrumpido que Neruda establece con el mundo, en esa búsqueda incesante de los contornos de una memoria sin riberas; porque leer a Neruda puede constituir una actitud profundamente autobiográfica. En efecto, cada lector, cada uno de nosotros, puede invertir en esa experiencia una gran parte o un fragmento significativo de su experiencia vital; de ese modo la poesía de Neruda se convierte en el espejo que construye, representa y nos devuelve nuestra propia imagen, nuestras propias emociones, nuestras propias sensaciones; se convierte en un reflejo de la imagen de nuestra constante confrontación con nosotros mismos, con el otro, con los avatares y los enigmas del hombre y del universo, con la experiencia del tiempo, de la materia y de la Historia. Y todo esto es, sin lugar a dudas, más que suficiente para justificar la presencia de Neruda entre nosotros.

Una primera respuesta para la segunda pregunta —¿por qué Poitiers?— se podría justificar por cuestiones de lógica cuantitativa: podríamos sencillamente decir, y sin falsa modestia, que un Centro de investigaciones importante como el nuestro puede y debe ocuparse de un escritor importante como Neruda. Pero ésta no es la única razón. Sabemos que la notoriedad internacional de CRLA-Archivos se debe en gran medida a las iniciativas, al trabajo y a las acciones emprendidas desde hace años por nuestro antiguo director, el profesor Alain Sicard, quien, como también sabemos, es un especialista eminente y mundialmente reconocido de la obra de Pablo Neruda. De hecho, y bajo su impulso, nuestro Centro organizó hace casi treinta años, un Coloquio Internacional sobre la producción del poeta chileno —La obra de Neruda posterior al Canto general— . Resultaba entonces natural y evidente que, asociado a su nombre y como homenaje a su trabajo, decidiéramos aceptar el desafío de la organización de un evento científico en conmemoración del primer centenario del natalicio de Pablo Neruda. Tratándose de tan significativa ocasión decidimos no actuar solitaria, sino solidariamente y situarnos, además, en un nivel internacional; por ello establecimos los contactos necesarios con las instituciones más idóneas para la concreción de este proyecto. Así fue como nació la colaboración con la Universidad de Chile y con la Fundación Pablo Neruda, así fue también como nació la idea de este doble Coloquio o de este Coloquio en dos partes, y que tuvo lugar en Poitiers, primero, y luego en Santiago de Chile, durante el mes de julio del mismo año.

La realización del Coloquio fue posible gracias al apoyo decisivo prestado por la Univer-sidad de Poitiers, por su Facultad de Letras, por la Maison des Sciences de l’Homme et de la Société, por la Municipalidad de Poitiers y  por el Conservatorio Nacional de Región de Poitiers, instituciones a las cuales reiteramos aquí nuestros agradecimientos. También debemos manifestar nuestra gratitud a la artista argentina Silvia Maddonni, cuya exposición de pinturas —Miscellanea— acompañó la manifestación. Por mi parte tengo que saludar el magnífico y eficaz trabajo del equipo de organización, dirigido por Sylvie Josserand y Fernando Colla, sin el cual este evento no hubiera podido desarrollarse a la altura requerida por las circunstancias.

El Programa de este Coloquio del Centenario fue valioso, sugerente, intenso, emotivo y atrayente. Las ponencias de los participantes abordaron, desde diversos ángulos, todo un conjunto de temáticas y tópicos de la obra nerudiana. Las reflexiones se orientaron hacia el estudio de algunos de su textos más representativos así como de los contextos políticos y culturales; también se examinaron las manifestaciones de la representación, de la auto representación y de los compromisos políticos y poéticos de Neruda. Por último un importante número de comunicaciones se centró en los aspectos relativos a las filiaciones e intertextos, así como a las expresiones poéticas de la alteridad y a las relaciones del poeta con sus pares. Como se podrá constatar, estas valiosas contribuciones, que sondean aspectos determinantes de una obra inagotable, constituyen un nuevo testimonio de que continuamos y continuaremos sin duda a leer, a explorar, a vivir y a amar la poesía de Pablo Neruda.